Hoy está triste. Hoy se da cuenta que está definitivamente sola. Que la soledad la persigue hace muchísimo tiempo y si bien antes no dolía tanto porque podía remarla hoy le pesa en el pecho que se acumula con la angustia, la depresión y el fracaso. Hoy se le forma un nudo en el pecho, un dolor punzante y torturador. Las cosas no le vienen saliendo bien, -más allá que nunca salen como las planea- se le complican las cosas. Las cosas no llegan.

Otro rechazo.

Hoy quiere sentirse acompañada. Es de pocos amigos, pero de los buenos. Aunque a veces le agarra el raye y directamente suele decir que no los tiene, o no son verdaderos. Es el raye de la angustia. Quiere que alguien la encuentre, la mire de verdad, la descubra. Que alguien la ayude a descubriste.

La angustia.

No quiere alguien que le regale chocolates y flores todos los días. Ni que le firme un corazón en el muro de Facebook, ni que le mande un mensaje cuando se despierta o antes de volver a dormir. Quiere a alguien que esté. Que la haga sentirla presente.

La soledad.

Necesita quererse, y sentirse querida. Necesita sentirse querida. Que la gente le crea, no se le ría en la cara o no se burle de sus tonterías. Que se  rían con ella, que la hagan reír.

La depresión.

Hoy está triste.